Las marcas y en términos generales las industrias no están pasando por el alto el mundo de la digitalización. Las subastas no son la excepción y cada vez es más frecuente ver a las casas subastadoras apostar por los recursos tecnológicos.

Pujas a través no sólo de internet sino de aplicaciones específicas son cada vez más comunes. Diversas casas subastadoras se han visto beneficiadas, en términos de branding y económicos, con la inclusión de operaciones digitales, las cuales no sólo permiten ampliar la gama del público interesado sino también resulta cómodo y práctico.

Las ventas online no son el futuro de las subastas… ya están presentes. La famosa casa Christie’s en South Kensington en Londres, por ejemplo, cerró sus puertas para darle paso a las plataformas digitales.

Una de las compañías que ha tenido un crecimiento importante es Subastas en México, la cual después de dos años y medio de operación ha realizado numerosas e importantes subastas online (flotilla vehicular, mobiliario de oficina, maquinaria industrial y bienes inmuebles, entre otros). De hecho, a finales del año pasado realizó su primera subasta de arte y le ha dado continuidad y crecimiento a esta rubro de subastas.

Sin lugar a dudas brincar al mundo online representa una ventana al mercado internacional. Un ejemplo claro, es la conocida subastadora Ritchie Bros, la cual tiene un sistema altamente desarrollado para que usuarios alrededor del mundo puedan participar en sus subastas.

De esta manera las plataformas digitales e internet empiezan a inundar la cabeza de los usuarios que recurren a esta clase de eventos. Finalmente lo que busca la tecnología es “alejar a la gente de sus molestias para acercarlos al placer”, y en ese sentido las casas subastadoras han entendido la comodidad y facilidad que le pueden brindar a su mercado a través de estas “nuevas herramientas”.