Lo primero que debes considerar, en dado caso de que lo haya, es quitarte el prejuicio. Las subastas son eventos donde no requieres de invitación y son procesos de venta donde prácticamente cualquier persona puede participar. En la mayoría de los casos se requiere ya sea de tarjeta de crédito o de cierta liquidez para dejar un depósito de garantía, el cual depende de la subasta pero podemos establecer un promedio de 10 mil pesos. Una práctica muy recomendada, antes de participar de manera activa, es que te des algunas vueltas como mero observador para que te familiarices con la dinámica.

Otro principio elemental es que vayas con la idea de divertirte y aprender. Independientemente de que compres o no, los procesos de subastas resultan ser muy interesantes y en algunos casos hasta lúdicos e ilustrativos. Una vez que hayas decidido vivir la experiencia y hayas seleccionado la subasta que te interesa, te recomendamos consultar/comprar el catálogo del evento; ahí podrás encontrar toda la información referente a cada uno de los lotes, es decir, del bien o conjunto de bienes a ser subastado. También podrás consultar cuál es el precio de salida, es decir, el monto con el que comienzan las pujas.

¿Que qué son las pujas? Se refiere a las ofertas que realizan los asistentes con la intención de adquirir ese bien; cabe destacar que estas manifestaciones de compra pueden realizarse de forma física, remota (mediante posturas en ausencia), vía telefónica o, algunas de ellas, por internet.

Dependiendo de la subasta, podrías encontrar un ambiente más desenfadado o más formal, pero nada que sea fuera del otro mundo. En una subasta de maquinaria y equipo pesado, por ejemplo, la comida puede limitarse a unos bocadillos y botellas de agua. Pero si asistes a una subasta de arte es muy probable que encuentres meseros que te ofrezcan alguna copa de vino y canapés.

Una vez que estés en la subasta, te entregarán una paleta numerada con la que podrás participar a la hora de realizar tus pujas u ofertas. En el centro del escenario verás en un estrado a una persona, la cual es identificada como Martillero. Él es el encargado de conducir la subasta, donde va mencionando las ofertas alcanzadas e incentivando a los participantes a pujar para superar la oferta anterior inmediata.

Así que ya sabes, elimina el prejuicio y date la oportunidad de conocer este procesos de venta, el cual sin lugar a duda te puede traer grandes beneficios.