Truman Capote a subasta
La historia alrededor de las subastas se remite a tiempos añejos, en esas épocas se realizaban negociaciones que hoy en día podríamos considerar no sólo extrañas sino incluso ilegales. Por ejemplo, según algunos textos griegos las primeras subastas se realizaron en Babilonia en el año 500 A.C., en donde se vendían mujeres casaderas; cualquier negociación fuera del sistema de subasta era considerada ilícita. Otro caso se remonta al año 193 cuando la Guardia Pretoriana asesinó al emperador Pertinax para posteriormente poner a subasta el trono del Imperio Romano.
Hicimos referencia a lo anterior para abordar una subasta muy peculiar que se realizará este sábado 24 septiembre (seguramente para cuando esté leyendo este artículo ya se haya efectuado). De acuerdo con el presidente de la casa subastadora Julien’s, Darren Julien, se trata de un evento muy especial ya que se rematará un artículo del cual no se tienen antecedentes: cenizas mortuorias.
Por supuesto que en este caso el atractivo no está en el valor de cambio o de uso, como en las mencionadas en el primer párrafo, sino en su valor simbólico. Se trata de los restos del escritor estadounidense Truman Capote, ese personaje que marcó su obra con una homosexualidad que escandalizó a la sociedad de la época, y que, paradójicamente, cautivó a miles de mujeres quienes vieron reflejada su propia vida en las letras de Capote.
Las cenizas que serán subastadas estuvieron en manos de Joanne Carson, quien fuera amiga muy cercana del escritor. Las cenizas se conservan en una caja de talla japonesa e integrarán el lote denominado Íconos e Ídolos de Hollywood, el cual incluye otras piezas de amplio interés para los coleccionistas: fotografías, ropa y libros, entre otros, del afamado autor.
Las referencias más cercanas a este caso son dos: la venta del pene de Napoleón en 1999 y la de un cálculo renal que perteneció al actor William Shatner en 2006. Lo destacado en esta clase de “mercancías” es el sistema de intercambio de signos y significados, donde una “cosa” adquiere un sentido más allá de su utilidad o de su equivalencia objetiva.
Esteremos pendientes para conocer la cifra final que alcanzaron las cenizas de Truman Capote.